“En mis casi veinte años como maestro, he
podido comprobar (como prácticamente
todos los compañeros de profesión) que la
resolución de problemas es uno de los contenidos que más dificultades entraña,
tanto para los propios alumnos, como para los docentes a la hora de abordarlo
desde una perspectiva didáctica.
Muchos
de esos años de experiencia, los he dedicado al estudio de algún método eficaz que ayude a su resolución
y a superar los obstáculos que los alumnos pueden encontrarse cuando se
enfrentan a ellos. No es cuestión de citar aquí y ahora, toda la literatura
enorme que aborda este asunto (desde el mismo Polya hasta los recientes modelos
gráficos Singapour) pero sí que es justo mencionar que en ningún sitio encontré un método que abarcara los problemas típicamente
escolares basados en algoritmos sencillos y que sea global, sintético,
práctico y funcional. ¡Nada! Desde
arduas clasificaciones de problemas nada operativas, pasando por estrategias que
repetimos hasta la saciedad y que demuestran su inoperancia, como pedir al
alumno que escriba bajo el problema datos,
operaciones y solución, hasta técnicas inocuas como “subrayar de rojo los datos y de azul la
pregunta”. ¡Nada, repito, que
ayude a los alumnos a enfrentarse a un problema!
Hasta
que me topé con la propuesta de Javier. Por primera vez, encontré un método de
resolución honesto, basado y
fundamentado en la experiencia y no tanto en aspectos teóricos. Un método práctico, útil, algo que
realmente facilita la vida al alumno,
algo que estos pueden utilizar durante toda su trayectoria escolar obligatoria.
Con esta metodología, se simplifica la tipología de problemas (no importa tanto
si es de combinación tipo 1 o de combinación tipo 2, solo importa reconocer la
función de lo que nos piden), se
establecen relaciones cualitativas de los datos, se desarrollan
estrategias previas de identificación, de relación, de comprobación. Se pueden,
además, diagnosticar las dificultades de los alumnos, pues vemos en qué parte
del proceso fallan, y un largo etcétera.
En
definitiva, es un método que funciona, porque está creado por un maestro
sensible a la problemática y dificultad de este contenido, del cual los
maestros y maestras hemos estado tan vacíos de recursos, de estrategias y de
técnicas que así, poco, conseguíamos de nuestros alumnos. Hemos encontrado un
gran método gracias a Javier.
Utilícenlo, por el bien de una enseñanza matemática
de calidad”.
Javi
Rojas: maestro de primaria y asesor del CEP de Linares (Jaén)
“Durante muchos años
estuve dando clases en educación infantil y de la noche a la mañana me encontré
de tutora en 5º de primaria.
Cuando me enfrenté por
primera vez a intentar enseñar a resolver problemas me vi a mi misma hace ya
muchos años con su edad. ¿Qué me decían mis profesores? Ah, sí... Léelo otra
vez, subraya las palabras clave, "intenta" hacer operaciones a ver
qué te parece, apunta los datos... y me acordé de qué me servían a mi todas
esas indicaciones, de nada, no me servían de nada.
Tuve la suerte de
tener esos años como compañero de ciclo a Javier López que me guió y aconsejó
para poder enseñar a mis alumnos (e hijas) estrategias para el aprendizaje de
las matemáticas. Me negaba a sentarme en una silla y esperar a ver como
fracasaban un porcentaje de alumnos sin yo hacer nada.
Ahora sé dónde está el
fallo de cada uno. Unos no encuentran los datos, otros no ven las relaciones
entre ellos y algunos fallan en las operaciones. Con cada grupo tengo que
trabajar de manera diferente, y lo hago.
Actualmente soy tutora
de 3º y 4º de primaria y estoy encantada con el método. Muchos de mis alumnos
de 4º están actualmente resolviendo el mismo problema de dos maneras
diferentes. Están llegando mucho más lejos de lo que me había propuesto con
ellos
Mis hijas ya son
mayores y, aún hoy, cuando se les atasca un problema de bachillerato recurren a
esas estrategias: ¿qué me preguntan? ¿qué necesito para averiguarlo?...
Yo lo tengo claro, ahora
no sabría cómo explicar los problemas a mis alumnos si no contara con este
método”.